Quería hacer un post por el día del padre, pero terminé llorando, ya les explicaré después, así que re- posteo un post que escribí antes que tiene q ver con el tema
María era, en ese entonces, mi mejor amiga, conversábamos las tardes cuando regresaba del colegio, creo que me enamore de ella, bueno a decir verdad medio como que me ilusione con ella.
A mis quince años no sabia si era gay o no, claro que pensaba que lo era, no era tan fácil como lo es ahora, donde Bayli habla de su vida sentimental como si nada, no había Internet, todo era más fregado.
Los homosexuales eran representados en televisión como peluqueros de barrio super amanerados, travestis, enfermos sexuales, asesinos en serie, y los transexuales bastante mas feos de lo que son ahora jajaja.
Bueno así que me aferraba a mi lado heterosexual y de verdad quería estar con María.
Todo fue mucho más sencillo por que para ella por alguna extraña razón era, casi, el chico perfecto.
La primera vez que nos besamos fue una noche donde yo, como cada tarde, me quedé conversando en la puerta de su casa. Cuando me pensaba regresar ella me dijo para entrar, no había nadie en su casa, me invitaría lonche.
Pero no me invitó nada la flaca; nos sentamos en el sillón y acercó su rostro, con su ojos cerrados, quizás pensó que teníamos “ese momento” especial en que una pareja por primera vez se besa, pero yo en mi cabeza solo atiné a corresponder lo mejor que pude a sus desesperados labios, estuvimos en un interminable piquito, hasta que ella metió su lengua y ante mi empeño; creo que por fin lo hacíamos bien.
Nunca lo dijimos, pero éramos oficialmente enamorados, solo que nadie lo sabia.
Yo nunca lo comenté en el colegio, excepto a mi mejor amigo.
En su casa seguían pensando que era su amiguito buena gente, con buenas notas ,de colegio de cierto prestigio y de buena familia (buena familia de lo buena gente que es mi familia, no por otra cosa eh!)
Al contrario de lo que puedan pensar, amable público lector, mi primer “amor” fue María, con ella conocí las primeras caricias, caminar de la mano, que una chica se cuelgue de tu brazo, las miraditas cómplices, los primeros celos y esas pequeñas cosas que uno de adolescente siente cuando es… “eso” adolescente.
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Una tarde mi mamá me pasa el teléfono, es María
-¡puta madre Damian, vas a ser padre!-me grita por teléfono María
-¿qué?, que dices oye, ¿Cómo que padre?-digo sin entender
-no me viene la regla-dice por fin
-……….-me quedo mudo
-¡Damian!-me grita
-si- contesto algo estúpido por la noticia todavía- estas segura.
-si no viene la regla es eso ¿no?
-no, no, hay que comprar esos test…¿cómo mierda se llaman?
-¡yo que sé!, puta madre Damian, ¡mi vieja me corta las tetas huevón!
-mientras no te hagas un examen, no es nada seguro
-no me viene la regla imbécil, y ya debería, ¡nunca me he atrasado huevón!
-bueno (digo bajando la voz), voy para tu casa ahorita.
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-puta Damian- me dice llorando- no quiero ser madre, ni he acabado el colegio
-¿y tu piensas que quiero ser padre acaso?. puta madre ya nos cagamos, Mary.
Estamos sentados en la puerta de la casa, la gente nos ve pasar sentaditos uno al lado del otro, ella apoyando su cabeza en mi hombro, yo con mi brazo, alrededor de ella.
-¿y cómo se llamará?
-¿Quién?
-puta Damian- me dice renegando- el bebé.
-pues… supongo que igual que mi viejo Xxxxxxx
-ya,-lo piensa- pero si es mujercita le pongo el nombre de mi mamá
-hay no pues, como le vas a poner Griselda.-le contesto molesto- otro nombre mejor.
Yo pensaba como íbamos hacer, me moría de miedo, mi mamá se iba a morir de cólera, mi viejo capaz me bota de la casa, y en que voy a trabajar, sino se hacer nada.
Putamadre me cagé la vida, pensaba.
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La ventaja de tener un primo farmacéutico, es que podía conseguir uno de esos test de embarazo fácilmente, el resultado nos devolvió el alma al cuerpo por lo menos según el test no estaba embarazada, pero la regla no le venia.
Al día siguiente del test le vino, me lo dijo por teléfono, fue muy seca, cortante.
Dejé de ir a verla, y cuando pasaba por su casa, si estaba afuera, me acercaba a saludarla.
Nunca fue lo mismo.
Luego conocí a Lalo y me olvide de ella por completo.
Lo último que supe de ella es que se fue a EEUU con su familia; ahora viven en esa casa unos tíos suyos.
El años pasado la ví, estaba de visita, yo estaba en una facha (vestido) horrible, cuando pasé por esa casa, ella me vió, me reconoció, me sonrió, me lanzó un beso volado, el cual yo atrapé y lo llevé a mi corazón como siempre hacíamos cuando éramos enamorados ocultos de nuestros padres.
Estaba linda con sus hijos, y ese esposo norteamericano altazo, gordito y rubio.
Lo que aprendí de esa vez y saque como moraleja es que siempre, siempre debo usar preservativo.
Ya lo había dicho antes, los condones son mis mejores amigos. Bueno; desde esa vez.
Fin.
pd: terminé llorando por mis clásicas depresiones neuróticas que vienen muy de cuando en cuando, pero no ha pasado nada, estoy bien.
