Mostrando entradas con la etiqueta lima gay. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta lima gay. Mostrar todas las entradas

miércoles, 25 de febrero de 2015

¿Es un cocoroco lo que toco?



No me gusta tomar el metropolitano, siempre va lleno y hace demasiado calor. No tuve opción y ya estaba haciendo mi cola para recargar mi tarjeta,

Así apretaditos como estábamos, empecé a preocuparme cuando un morenito se me pego demasiado, al comienzo no sentí nada, o mejor dicho nada que hiciera pensar en las normales fricciones de cuando uno avanza y rozas tu masculinidad con otro cuerpo.

El morenito (de unos veintitantos, delgado y de cabello ensortijado) se había posicionado detrás de mi de tal forma que poco a poco fui sintiéndolo crecer. Deslice una mano hacia bajo y con mi cara más cojuda de ¿es un cocoroco lo que toco? sentí su virilidad en mis manos tratando de traspasar su jean.

Así que hice todo lo que se podría esperar de un chico de su casa. 

Me acomode para dejarlo 'trabajar' y hubiera seguido de lo más chévere si no fuera porque el pervertido quería bajarme poco a poco el buzo.

Y yo podre ser muchas cosas pero, exhibicionista ni cagando. Así que aprovechando la cercanía de mi paradero lo dejé atrás, con ganas y en pindinga, el morenito me siguió y yo preocupado pensando, ya me jodí este me agarra, me lleva a su casa, me amarra y me latiga los cachetes, mismo 50 sombras de Grey.

Y claro yo regia como Dakota Johnson #OkNo.
Me alcanza se para a mi lado y me sonríe cachaciento. Con esa misma mirada de saber de que pie cojeo, y que piensa que soy una loca perdida, cuando en realidad al final siempre me chupo. Le sonrió también y le digo chau al bajar.

martes, 29 de abril de 2014

Pañales...


A veces con lo que me gusta escribir mis cosas, me dan unas irrefrenables ganas de contar cuando fue la primera vez que te conocí y te tuve en mis manos, no parabas de llorar, y no sé si será instinto o algo parecido pero que bien se me dio cambiarte los pañales...
-
Tenías apenas un día de nacido, yo no estuve ahí cuando paso, pero recuerdo la llamada de tu padre en la noche, cuando en medio de mi clase tuve que salir a contestar y un emocionado Dooms me gritaba que habías nacido.
*
Lloré.
*
Lloré una vez más cuando te cargué. Y después solito cuando me di cuenta que serias lo más cercano a un hijo que pueda tener.
Tus manos chiquitas en las mías, tus uñas chiquitas casi transparentes y tu sonrisita chimuela cuando cantaban Abba.
- .
Fuiste creciendo poco a poco, casi sin darme cuenta, y entre tus confusiones también me llamaste papá. Ahora lo tienes más claro. Y sigues corriendo a mis brazos cuando llego a casa a visitarte. Recuerdo los comentarios malévolos de alguien que estimaba (de esos patas anónimos que pululan por ahí) sobre que ninguna relación podría perdurar contigo. 
Quizás este anónimo tenga razón y a medida que crezcas más solo me veas como un tío lejano que te visita una vez a la semana, quizás dos, pero siempre sabrás que te amo.
-
Innumerables días cuidándote por las tardes, días de paseo en tu coche y luego juegos inocentes que terminaban con un dolor de espalda por estar encorvado corriendo detrás de ti para que no te tropieces. Preguntas y más preguntas de tus personajes animados favoritos y verte bailar mal, como tu padre, verte jugar futbol mal, como tu padre, y nadar como si fueras una versión miniatura de Aquaman y que tus cada día más oscuros cabellos castaños se desaparecieran de mi vista cuando sumergido te alejas de mí y me desespero porque me muero si te pasa algo, y si no me muero tu abuela de hecho me mata, una de dos.
-
Ser responsable de alguien, quizás no a tiempo completo pero serlo es una experiencia que me has enseñado y que te agradezco, en tus besitos de buenas noches y tu ternura infantil de preguntar cosas inauditas me haces feliz, y no hay forma humana en que pueda retribuirte todo el amor que me das.
-

Comenta