
Ya es tarde y no hemos acabado nuestros deberes de la universidad, Burro me dice que me quede a dormir, le digo que no, que prefiero irme a casa, pero se hace mucho más tarde y ya ni modo, estoy que me quedo dormido.
Burro me dice que no hay problema que hay que dormir nomás, mas no vamos a avanzar.
Nos echamos uno al lado del otro, espalda con espalda, el en bermudas debajo de las frazadas, yo con la ropa puesta encima de la cama, me hace frío.
Burro, me dice que me meta, acurrucados los dos empezamos una pequeña charla, que vendría en conversación morbosa.
-oe’ Damian, a ti te gusta no
-¿qué cosa?- le pregunto
-ya sabes pues-me contesta
-me gustan muchas cosas, los helados, la lluvia y los bigotes de gatitos…- divago
-no te hagas pues. Tu eres gay ¿no?
-¿y si lo fuera que?
- no nada, de lo más normal, weón, solo que… no te provoca un ratito
-puta madre huevón, le doy la espalda, échate a dormir y no jodas
-ya pe Damian, se me acerca
Burro lleva ese apelativo debido a lo exuberante de su miembro (por decirlo de algún modo), y si bien es cierto que una proposición así no habría sido rechazada por mi hace un par de años, ahora prefiero llevar un perfil más bajo y no acostarme con gente de la universidad, sin contar claro que estoy con pareja oficial.
-Burro mejor no, que prefiero dormir, además me das miedo
-despacito nomás, un ratito ya.
-jajaja, puta huevón das risa. Sigue jateando y no jodas.
Burro se voltea y no insiste más.
Carajo porque desperdicio oportunidades asi, porque diosito es asi, y me manda estas oportunidades justo ahora, hace un par de años las esperaba a montones.