Enrique lo dejo cuando Dammy se estaba enamorando de él.
Le dió una excusa tonta,
tengo que viajar urgente con mi jefe (que no diré que era), y se fue.
Así sin más.
Dammy no tenía su correo y las cinco semanas que salieron seguido, se fueron al tacho, al fondo con sus más profundas y terribles choteadas
(rechazos) de esos que prefiere nunca acordarse, porque lo ponen en estado emo.
De eso ya mucho tiempo, tanto que Dammy no pudo creer cuando lo vio otra vez.
Estaba con Dooms, su media naranja, en un conocido cine del populoso distrito de Comas, cuando un desconocido se les acercó.
-¡Hola Damian!, te acuerdas de mi-le dijo Enrique
Dammy tardó en reaccionar, era él, el imbécil por el que había llorado
(solo un tantito eh!), estaba igualito, Dammy recordó que es mayor que él por unos 5 años, que lo tenía huevón con una canción horrible de un grupo desconocido y que lo besaba tiernamente cuando se iban a despedir para verse dos días después.
¡Pero no! ¡no, Dammy sácate esos pensamientos de la cabeza! – se decía mentalmente.
Dammy ensayó mentalmente su mirada más choteadora y dijo asi, consumo desinteres, como si pidiera su vuelto al señor cobrador de combi.
-¡Ah! Hola, veo que regresaste.
-si, ya hace tres meses, te llamé pero en tu celular ya no contestan-le dijo Enrique
- es que tengo nuevo número-contesta Dammy
-eso lo explica- dijo Enrique
cri, cri, cri … silencio incómodo.
-Hola, soy Doomsday, el novio de Damian- dijo por fin Dooms, abrazando a Dammy
Dammy pensó que nunca fue tan acertado en intervenir su novio. Con esa brillante sonrisa gracias a su tercera prolilaxis en lo que va del año, Doomsday desencajo al maldito ese, el cholito macetón 10 centímetros más bajo que Dooms y que si nos ponemos sinceros una masculinidad menos gruesa que la de su actual pareja
(si, en esas cosas piensa Dammy cuando pasan estas cosas)-¿Y, estás viviendo por aquí?- dijo Dammy queriendo disminuirlo porque precisamente Comas no es el lugar que él le había contado, que quería vivir.
-No en realidad, vine a visitar a mi mamá- dijo señalando a una señora con unos tres niños alrededor a unos metros de ellos
-Ah vaya, por lo visto ya tienes varios hijos- contesto con tono irónico Dammy al ver a los niños
- No. Son mis sobrinos, vine a sacarlos a pasear vamos a ver una película, la de las 4:50...
-Nosotros también.- dijo Dooms
Damian disimuladamente le dio un pisotón, porque Dooms será muy lindo, pero es que atinado no es el pobre.
-si, nos encanta las películas de terror-dijo Dammy
-yo voy a ver el dibujo animado…
-a pues ¿si no? , por los niños…-dijo Dammy
-¿Qué ya no vamos a ver “Happy feet”? (susurra dooms)
-Cállate por favor…susurra Dammy contestándole
-Damian, quise comunicarme contigo apenas vine, ¿Podremos conversar algún día?- le dice Enrique
Dooms al parecer recién entendió que este Enrique no era un amigo, cambió la sonrisa, miró a Damian.
-No creo que tengamos nada que hablar ahora, lo siento- le dijo Dammy a Enrique.
-Esta bien, solo quiero decirte que si por mi hubiera sido, me hubiera quedado.- dijo, dio media vuelta y se fue.
-Pero no lo hiciste- dijo en voz muy baja Dammy para si mismo.
Dooms pasa su brazo por el hombro de Dammy y le pregunta: ¿Estas bien cholito? ¿Quién era ese?
Damian, levanta la mirada, y le dice: nadie que importe ahora, solo un mal recuerdo.