Dammy leía un libro de cine de la Univ. de Lima, y el
jovencito le preguntó si era de esa universidad. Dammy le dijo que no, había dejado
la universidad el año anterior para ponerse a trabajar y pasaba su tiempo libre
persiguiendo funciones de cine clubes en Lima donde dieran películas que le
interesaban.
Una vez adentro se separaron y Dammy se quedó jato, pero
recontra jato, con la boca abierta y cabeceando, estaba cansado; al terminar la
función, se cruzó al chico en el baño y se fueron conversando sobre Kubrick.
Porque Kubrick es un locazo, y Odisea en el espacio un
peliculón, y la Naranja mecánica es la cagada tienes que verla, no huevón
tienes que leer libro huevón, yo no he visto Barry Lyndon alucina, la próxima
semana la pasan, ¿vs’ a venir?, ya pues, ¿Quedamos?, ya.
En ese entonces no había celulares, así que Dammy le dio el
número de su casa.
Stalin lo llamó para confirmar el lugar de encuentro y de
ahí irían a ver la película pero nunca entraron, se quedaron conversando afuera
sobre Lolita.
Stalin era un chico flaco, de cabello corto y manos
largos, más alto que Dammy, de un 1. 80m quizás más. Conversaba moviendo las
manos, y repetía ‘delaconchesumadre’ como sufijo aumentativo a las cosas que le
gustaban.
-… y aquí a la vuelta sirven un menú delaconchasumadre…
-…me quedé huevón, una película delaconchesumadre…
Y así sucesivamente
Stalin se cruzó con un amigo, luego otro, y sin que se dieran
cuenta estaban reuniendo monedas para comprar un trago barato y empezar a
chupar en medio de uno de los tantos jardines de la universidad.
Se empilaron y fueron a un barcito cercano, ese que queda
en un segundo piso y en donde el dueño, un conocido gay dicen que abusaba de
sus trabajadores y les metía mano de madrugada.
Entre trago y trago, Dammy les contó que era gay, se cagaron
de risa y no le creyeron. Dammy se palteó e insistió. Stalin le dijo, ¿de
verdad eres gay? Haber agárramela que estoy al palo, le cogió la mano a Dammy y
se la llevó a su falo. Dammy se dejó guiar, era cierto estaba al palo.
Los demás rieron y siguieron tomando como si nada,
alguien hizo la misma estúpida pregunta de siempre ¿y te gusta que te atoren o
tú les das? ¿Tú eres el que muerde la almohada o cómo es?
Dammy se negó a contestar y prefirió cambiar de tema,
pero se quedó pensando porque él nunca mordió ninguna almohada en toda su vida
gay, y ya llevaba algunos años ejerciéndola, frases cojudas pensó, yo aguanto
nomás, no muerdo ni mierda- se dijo así mismo.
Los encuentros con el grupito de XXXXX de San Marcos
siguió, a Dammy le gustaba uno de los amigos de Stalin, e insistía a Stalin que
lo invitara siempre que se reunían. Dammy exigía corralito con el amigo y a
cambió él ponía un poco más en la chancha para el trago y los puchos.
Pero nunca se le hizo. A cambio un día en casa de Stalin
mientras tomaban y ya uno a uno iba cayendo, Dammy fue a parar a una cama a
dormir, en algún momento de la noche Stalin se metió a la misma cama, y entre
sueños Dammy sintió que lo estaban manoseando ahí abajo. Dammy despertó y casi
instintivamente le busco el miembro a su compañero de turno.
Al día siguiente, Stalin y Dammy despiertan de lo más normal,
no hablan de lo que pasó, Stalin evita contacto visual, se despiden rápidamente
y Dammy se va de la casa peinándose con la mano y arreglándose la ropa.
Stalin nunca más lo volvió a llamar.
Pd: Dammy sigue sin ver Barry Lyndon
Pd2: no pienso decir de que facultad eran
Pd3: El día que escribí este post me pareció reconocerlo,
por eso me acordé de él.
Pd4: Fue la primera vez que Dammy tomó Punto G