domingo, 4 de septiembre de 2016

Cómo si fuera ayer



La misma cara de su padre. Lo vi jugando con sus amigos en la rotonda de la universidad. La misma universidad que me acogió cinco años. 

Intrigado como estaba me acerqué al grupo de alumnos todos base 18 o quizás 20, al ir vestido en terno me saludaron de profesor buenos días, algo que ya estas alturas me divierte.

Les indique que no, que venía a pedir informes, y en realidad conozco la univ bastante bien, solo era una excusa para acercarme. No lo pensé. Solo quería ver sus grandes ojos, iguales a los de su padre. 

Yo sé quién es porque tengo a su madre en Facebook, y si bien sabía que el muchacho era igualito a su padre a su edad, verlo en directo fue algo alucinante.

Amablemente me indicaron el lugar a donde me tenía que ir y siguieron jugando Pokemón Go. Han pasado muchos años desde que conocí a sus padres. Y de mi extraña relación con su padre, que quedó en nada por desidia mía y desinterés de él. Retomar contacto de alguna forma con su retoño me hizo recordarlo.
Deje pasar mis recuerdos y me dirigí a hacer lo que tenía pendiente a la salid.

Pd: Yo también juego Pokemon Go
Pd2: En España lo tildan y PoKÉmon, extraño
pd3: Soy Nivel 17
Pd4: Todavía no tengo Pikachus

sábado, 20 de febrero de 2016

Date placer con mi cuerpo...


Desfile de Omar de la Fuente en el showroom de una exclusiva marca de auto. 

Una fecha más en la que tengo que ir a una comisión de noche, ya antes de entrar veo llegar al nuevo novio de mi ex, Gianpierre camina con sus compañeras de trabajo, tan regias como él.

Rubio entra con sequito de mariliendres, con música de fondo, casi en pose de desfile, podría jurar que el público se abre para verlos pasar. Brilla. Música cuando va pasando...
 


Yo cuando entre tuve que abrirme paso entre los invitados y cuando pedía permiso o no me escuchaban o hablo muy bajito. Porque es como si fuera invisible. Música cuando voy pasando...
 

Incómodo mientras me acomodo y voy las fotos sociales de rigor, lo veo a lo lejos con un tipo. Le está coqueteando. Se nota. Lo sé. Las miradas tontas, la sonrisa cojuda es eso o le está tratando de vender Fuxion Yo pienso que es normal coquetearle a alguien guapo. Y el chico al que le está coqueteando tiene pinta de modelo (luego sabría que lo es porque fue parte del desfile). 

No creo que haya nada de malo coquetear un poco, todos lo hacemos. Conozco patas que le sacan plan a un montón de mujeres en face haber si alguien cae ( y hay por lo menos dos bloggers que tenian como modus operanti eso hace algún tiempo, no puedo asegurarlo ahora porque deje de verlos) y normal ¿no?. Entonces me hago el de la vista gorda hasta que el se da cuenta que me he dado cuenta que esta queriéndose gilear al modelo. Palteado se acerca a hacerme el habla como quien no quiere cosa. Porque somos colegas y está mal visto no pasarnos la voz en comisión. 

Me habla del próximo viaje a Estados Unidos de mi ahijado, del negocio que quiere emprender con mi suegrastro. Y me jode un poco que se haya adaptado a lo que hasta hace poco era más mi vida que la suya. Porque yo era parte de esa familia y ahora soy el tío que aparece cada dos semanas a pasar la tarde con el niño de la casa, y esa posición no me gusta nada. 

Y este rubio desgarbado y sexy que viste como grunge en 2016 me está usurpando funciones, trato de no aventarlo al piso para molerlo a golpes porque sino que dirá Micaela Spano o Ivonne Domenack, las actrices de esa serie tan popular de tv o el gerente de esa transnacional tan alemán y seguro que está mirando y que seguro masticará su español cuando lo entreviste sobre el evento que están organizando y que tan bonito les está quedando.



pd: Como siempre cambio los nombres de todos
pd2: No entiendo que hacia en un desfile de modo por más que sea en una concesionaria de autos.

jueves, 21 de enero de 2016

Calor



El verano llega feroz para sancocharnos y a pesar de eso no se

puede dejar de trabajar. No falta alguien en el trabajo que planee ir a la playa.

Ir a la playa es una de esas salidas sociales que nos compromete a divertirnos achicharrándonos ex profeso, embadurnarnos de protección contra los desgraciados rayos UV, pelearnos con la arena caliente a mil grados centígrados, sin contar lo inhumano de viajar hasta ella, soportando un tráfico inhumano de ida y también de regreso. 

No le veo la gracia a sentir el bochorno en la piel los días siguientes sin contar que luego te pelas como lagarto y vas botando piel como si fueras una serpiente. 

No le veo la gracia. 

No entiendo tampoco la gracia de amanecerse y acampar en la playa, aunque le reconozco algo más de feeling. Eso sin contar el trauma que tienen algunas de ensenar los mondongos y que van haciendo dieta y comiendo lechuga una semana antes del día de playa. 

Amea si no adelgazas desde agosto poco resultado tendras una semana antes.