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Quería saber que pasaba por su cabecita. Lo
llamé para salir con él, pensé que no aceptaría, pero al contrario estaba muy
animoso.
Me citó en un centro comercial del cono
norte. Ese al que solo voy porque mi pata (amigo) ‘Abencia’ vive por ahí. Conversamos
de su nuevo trabajo, ese por el que dejo la empresa en la que trabajábamos, le
va bien dice, gana más dice, yo le quiero creer. Pero más quiero que me de señas
de su extraña despedida. Dice que siempre supo que era gay, que le parezco
gracioso y que siempre supo que yo estaba medio enamorado de él. Y yo me quede
Wtf! nunca por mi cabeza había pasado verlo de otra forma que no sea la de un compañero
de trabajo.
Es más, ni me parece muy simpático, si es
cierto hemos tonteado un poco, pero nada raro, lo usual con cualquiera de mis
compañeros heteros que pasan piola (no desagradables físicamente) . Le digo que
no me gusta, no me cree. Le reclamo el beso, y él se ríe. Bien que te gusto, me
dice. Me indigno, bueno no tanto. Se ríe más.
¿Pero es que piensa q todos los gays
están muertos por él?. O sea, mal no está, tiene un aire a Javier Bardem en sus
primeros films, no es guapo pero tiene algo pero nada más.
Usualmente le hubiera seguido el juego, para
ver si conseguía algo, pero por lo general acostumbro tener la iniciativa, que él
me haya descuadrado con esa despedida ( un beso y q pusiera mi mano en su
entrepierna) me dejo medio raro.